Gabriela Tolomei

Gabriela nació en Buenos Aires, en 1962.
Estudió en los talleres de Ana Fuks, Andrea De Luigi y Rebeca Mendoza.
Ha recorrido un fecundo camino espiritual, que le otorgó una concepción filosófica a su obra, hoy totalmente madura y llena de luz.
Sus trabajos fueron expuestos en diversos espacios, galerías y ferias tanto a nivel nacional como internacional (Buenos Aires, Punta del Este, Miami, Londres, Barcelona, San Diego, Mexico y New York).
¿Qué es el arte para vos?
Desde siempre, la pintura me acompañó en las diversas etapas de mi vida.
Tengo la certeza de que este don fue algo que me otorgaron. Con el arte comencé a transitar la etapa más real y en sincronía de mi vida, todo recobró un sentido profundo y expansivo, y cada experiencia la recibí como un regalo bello e inmenso de la vida”.
“En nuestra vida como en la paleta que pinto solo hay un color que da sentido a la vida y el arte; el color del amor”. Esa convicción fue, durante toda la vida, el credo de Chagall. Al leerlo me sentí reflejada en su sentido!
¿Qué temas son recurrentes en tu obra?
Defiendo la importancia del color, con planos contundentes y viscerales. Es el mismo sentimiento de los fauvistas. Experimenta mucho con los colores, como si fuera una alquimia, un trabajo de laboratorio. Buceo en la vibración de los colores, sus formas, sus líneas.
La naturaleza me inspira, las sensaciones me guían.
Cada obra tiene un mensaje desde el sentir. El nombre de la obra transmite un mensaje, le da importancia al relato.
Mi obra bucea en el conocimiento del alma, no del intelecto. La espiritualidad y el misticismo son mis temas.
¿Cómo es tu proceso de producción?
Pinto en mi taller aunque también me doy mis tiempos para estudiar con otros maestros y nutrirme junto a otros artistas. Cada obra es hija de su tiempo y develar, a veces juego o indago en papeles que termino llevando a obras. Y otras veces visualizo las obras cuando me despierto o con alguna imagen de tiempo, espacio y lugar que hayan quedado en mi y desde ahí gesto la obra. Y otras comienzo con los ojos cerrados y el lienzo en blanco y me dejo guiar, esta es otra forma de inicio.
El proceso de creación consiste en ir viendo qué me va revelando la obra. Mientras pinto, aparecen palabras que van trazando un relato con un lenguaje atemporal.
¿Cómo definirías tu obra en cuanto a tradición, estilo, escuela o corriente?
Defino mi estilo como de abstracción lírica. Mi base fue el fauvismo, con la creación a través del color.
¿Cuáles serían tus referentes contemporáneos? ¿Qué artistas te interesan de las generaciones anteriores y posteriores?
Admiro los trazos de Van Gogh y el color de Cézanne. Además de Kandinsky, maestro del color (a quien le dediqué como homenaje mi primera serie, me gustan Picasso, De Kooning, mucho de Matisse y algo de Pollock.